miércoles, 27 de abril de 2011

Mirador en Pinohuacho. 2006. Rodrigo Sheward

Esta es la opera prima de Rodrigo Sheward y es fiel a lo que le inculcaron en la UNIVERSIDAD de TALCA: "hacer arquitectura donde no la hay y con lo que hay."
Con el título "Reconversión de una región devastada ",  presenta 
 esta interesante idea, que se hace realidad aplicando el sentido común en la resolución del proyecto. 


 El error en arquitectura aparece muchas veces por no saber leer correctamente el territorio y las circunstancias culturales en las que se desarrolla la obra. Afortunadamente hay proyectos, como este, 
en que ocurre todo lo contrario.


Si enlazáis con el blog  que RODRIGO SHEWARD tiene para esta obra, podréis acceder a un montón de información de como se fraguó y ejecutó este proyecto: 

En PINOHUACHO (Comuna de Villarrica, CHILE), la erupción del volcán VILLARRICA y la sobreexplotación maderera estuvieron a punto de provocar la desaparición del poblado. (La comunidad de Pinohuacho había vivido durante años de la madera de los bosques autóctonos, pero la tala sin control hacía que la reforestación tardase mucho tiempo en dar frutos económicos. Por otro lado, la lava del volcán arrasó las zonas más fértiles para el cultivo)
Las oportunidades del territorio ya no eran las mismas y las gentes del lugar tuvieron que reinventarse. Apostaron por la reforestación y el agroturismo. Fomentaron los circuitos de senderismo, de cabalgatas, de degustación... y todo ello gestionado por los propios vecinos.


Surgió la necesidad de que los turistas tuviesen un "destino" y un "punto de referencia" en el territorio. Es así como el proyecto aborda la construcción de dos miradores distantes entre si 80 metros. Uno mira hacia el volcán, el otro hacia los lagos Calafquén y Panguipulli. Serán lugar de descanso y contemplación y el símbolo de una nueva vida.

A partir de aquí, todo surge de aplicar el sentido común:
  • Como material de construcción se aprovechan los troncos ya talados y abandonados por la antigua explotación maderera.
  • Los encargados de la transfomación de los troncos in situ, son los propios habitantes, que cuentan con la experiencia y las herramientas necesarias, fruto de su anterior modo de vida.
  • Las piezas se diseñan de forma que faciliten su transporte y manipulación hasta el lugar de montaje.












































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