En el corazón de Vilar en Castro Daire ( PORTUGAL ), al final de un callejón, asoma "una caja de granito dorado". Esta casa, de pesados muros de piedra, ha estado en "su lugar" por años y seguirá por muchos más . . . lo que bien está, ha de permanecer.
Fotografía de FERNANDO GUERRA y SERGIO GUERRA |
Granito viejo, desnudo y desgastado que nos cuenta historias de vida, tradición y melancolía; melancolía por los oficios casi perdidos. Ningún lugar como Portugal, quizás Galicia también, para extraer toda la belleza natural y orgánica de la piedra.
Reconforta encontrarse con intervenciones como esta, respetuosa con lo preexistente, sin afán de protagonismo y, al tiempo, con carácter contemporáneo.
Todas las fotografías son de los fotógrafos Fernando Guerra y Sergio Guerra del estudio FG+SG, y han sido bajadas de la web de la arquitecta:
Podéis ver más imágenes de esta casa en web de los fotógrafos:
Fotografía de FERNANDO GUERRA y SERGIO GUERRA |
En uno de los laterales, una vieja escalera exterior de piedra, permite el acceso a la primera planta.
Las ventanas son pequeñas perforaciones en los muros, muy proporcionadas a la escala de la edificación.
Fotografía de FERNANDO GUERRA y SERGIO GUERRA |
Fotografía de FERNANDO GUERRA y SERGIO GUERRA |
Lo nuevo no se mimetiza con lo viejo: un cuerpo cúbico, totalmente blanco, aparece discretamente adosado a los muros de piedra y en el se sitúa la cocina.
Fotografía de FERNANDO GUERRA y SERGIO GUERRA |
Fotografía de FERNANDO GUERRA y SERGIO GUERRA |
Se utilizan materiales tradicionales: el ya mencionado granito y la madera de castaño, tanto en suelos como en revestimiento de paredes.
A pesar de los austeros interiores, casi monacales, la sensación que se percibe es de espacios acogedores e íntimos.
Fotografía de FERNANDO GUERRA y SERGIO GUERRA |
Fotografía de FERNANDO GUERRA y SERGIO GUERRA |
Fotografía de FERNANDO GUERRA y SERGIO GUERRA |
Fotografía de FERNANDO GUERRA y SERGIO GUERRA |
Me encanta la solución que han tomado para los carpinterías, con esas contraventanas de madera interiores. De esta manera, siempre se ven los huecos en la piedra, no quedan atenuados por persianas o elementos exteriores. En el interior, los paños forrados de castaño marcando la sección a dos aguas llaman la atención. Parecen recordar en todo momento : estás en la casa del pueblo...
ResponderEliminarQué buen ejemplo de arquitectura silenciosa!
Me ha gustado mucho.