Hoy nos acercamos hasta un rincón de la bella Irlanda, concretamente hasta las orillas de un estuario situado al suroeste de Cork, en Skibbereen. En este hermoso paisaje nos encontramos con una de esas arquitecturas que tanto nos gustan, que parecen haber brotado por sí mismas y que dan la sensación de haber estado ahí desde siempre.
Se trata de un edificio auxiliar de una casa de vacaciones y surge de la necesidad de dotar de un lugar de amarre a los botes de recreo. Esto sirve de pretexto al autor del proyecto para ir más allá y convertir el cobertizo para botes en un espacio para contemplar, a cobijo de las cambiantes condiciones climatológicas de la zona, el espectacular paisaje del estuario y pasar la mañana o la tarde leyendo un buen libro o de tertulia con unos amigos.
LAS FOTOGRAFÍAS HAN SIDO BAJADAS DE LA WEB DEL ARQUITECTO: